El impacto de la Inteligencia Artificial en el trabajo

Muchas veces podemos sentirnos confundidos a la hora de hablar de inteligencia artificial (IA) y su actual pertinencia. Por ello es importante tener claro que, a diferencia de otros procesos de automatización que se han inventado anteriormente a lo largo de la historia, más bien enfocados a tareas repetitivas, la inteligencia artificial hace referencia a cualquier tecnología que permite a las computadoras imitar habilidades humanas.

Cuando nos referimos a la inteligencia artificial hablamos de aquellos sistemas informáticos capaces  de  detectar  su  entorno,  pensar, aprender y tomar decisiones en función de las entradas que reciben y sus objetivos. Estos se dividen en cuatro tipos principales: la inteligencia asistida, la inteligencia aumentada, la inteligencia automatizada y la inteligencia autónoma.  

Por medio de la inteligencia artificial, las máquinas pueden aprender experiencias, adaptarse y tener conductas similares a las que tendría un ser humano, a través de la capacidad de procesamiento ilimitada y el crecimiento de macrodatos para alimentar los sistemas.  

Estas posibilidades han cambiado la forma en que las máquinas interactúan con los humanos en distintos ámbitos, entre ellos, uno de los ámbitos principales de la vida humana: el trabajo.  

La IA se utiliza en una variedad de aplicaciones y herramientas para el trabajo asistido y el análisis de datos, lo que permite la automatización de tareas cada vez más complejas, así como la toma de decisiones y la gestión automatizadas o semiautomatizadas del lugar de trabajo. 

Las aplicaciones de la IA en los procesos de trabajo van desde los robots , tecnologías portátiles y tabletas de asistencia en líneas de montaje de producción, chatbots en fábricas, almacenes y centros de llamadas, y equipos de protección personal inteligente (EPI´S), hasta procesos algorítmicos en aplicaciones de recursos humanos (RR.HH.) como análisis de personas y gamificación . 

¿Cómo comenzaron los cambios tecnológicos en el mundo laboral?

Históricamente han habido avances de automatización en el trabajo, sobre todo a través de las máquinas. Desde la primera Revolución Industrial, los trabajadores manifestaron su incomodidad con las máquinas, supuestamente responsables de “quitarles” sus trabajos, e incluso llegaron a rebelarse al grado de destruirlas.  

Las fábricas y máquinas sí sacaron del negocio a los artesanos; pero al mismo tiempo, se generaron nuevas oportunidades de trabajo que complementaron las actividades de las nuevas máquinas. 

De esta forma el mercado laboral se ha adaptado a los cambios tecnológicos presentados por la segunda revolución industrial, en la cual se introdujo la electricidad, y la tercera, en la cual se generalizó el uso de las computadoras y el Internet.  

Actualmente, los avances tecnológicos suceden con gran velocidad, lo que ha generado el término de “tsunami tecnológico” que incluye la aparición de nuevas tecnologías que componen lo llamamos la Cuarta Revolución Industrial.  

Este fenómeno, aunado al envejecimiento poblacional y otras tendencias marcará el futuro del trabajo, un futuro en constante transformación que enfrenta grandes riesgos, pero al mismo tiempo oportunidades.  

La inteligencia artificial tiene amplias posibilidades de optimizar los procesos de producción y de negocios. Tiene aplicaciones para mejorar la productividad, la seguridad e incrementar la velocidad de los flujos de trabajo.  

El uso de la inteligencia artificial en el entorno laboral hoy en día se da principalmente en los siguientes campos: 

Gestión de los recursos humanos 

En la gestión de capital humano la inteligencia artificial es aplicable desde los procesos de contratación, empleando esta tecnología para evaluar las entrevistas con menos sesgos o prejuicios que los humanos, y para evaluar señas verbales y no verbales.  

Asimismo, la inteligencia artificial es útil para tomar decisiones correctas al respecto de los empleados. Permite evaluar información sobre el rendimiento, salarios y costos de la fuerza de trabajo en relación con la estrategia de negocio.  

En cuanto a la supervisión del rendimiento, la inteligencia artificial puede involucrar el análisis de macrodatos a través de herramientas digitales para medir el rendimiento de los trabajadores y entenderlo en relación con la planificación personal, la gestión del talento y la gestión de operaciones.  

La gestión del rendimiento también puede incluir el aseguramiento de las medidas de salud y seguridad ocupacionales en el entorno de trabajo, derechos fundamentales del trabajo, reconocidos por la OIT a partir de la 110va Conferencia del Trabajo sostenida en 2022.  

Sin embargo, el uso de la inteligencia artificial en la gestión del rendimiento puede presentar riesgos. Es fundamental respetar la privacidad e intimidad de los trabajadores para mantener un equilibrio entre la supervisión y el bienestar de las personas. 

 

Matching de los servicios públicos de empleo 

Para los servicios públicos de empleo la inteligencia artificial puede ser decisiva para mejorar los servicios que brindan, perfilando y recomendando mejores rutas de empleabilidad, y optimizando emparejamientos y coincidencias entre buscadores de empleo y las vacantes disponibles.  

Existen ejemplos de uso de herramientas de inteligencia artificial, alimentada de las bases de datos del sistema público de empleo, para clasificar a los optantes según niveles de cercanía o lejanía al mercado laboral, calculando así el tiempo que les tomará conseguir un empleo. De esta manera ha optimizado sus servicios el servicio público de empleo de Suecia.  

Asimismo, a través de herramientas de inteligencia artificial pueden valorarse múltiples dimensiones de una persona que busca empleo, y analizar brechas entre el perfil de los postulantes y la demanda del mercado laboral para orientarlo sobre sus necesidades de capacitación.

¿A qué trabajadores podría afectar el uso de la inteligencia artificial? 

De forma similar a sus antepasados, los trabajadores del siglo XXI enfrentan la amenaza de que la inteligencia artificial pueda sustituirlos en su trabajo, de la forma en que las máquinas sustituyeron la labor de los artesanos en la Primera Revolución Industrial.  

A pesar de no existir cifras precisas sobre el número de trabajadores que pueden verse afectados por la introducción de la IA en los entornos de trabajo, sí existe consenso de que aquellos que puedan verse más afectados serán personas que se ocupan de tareas repetitivas o rutinarias.  

Aprendizaje permanente

El tsunami tecnológico avanza con rapidez tal, que adquirir un solo título, cualificación o certificación ya no será suficiente. Es necesario considerar que tendremos que estar en constante capacitación y actualización, en procesos de reconversión y mejora de las habilidades para adaptarnos a la evolución de la tecnología.  

A la hora de tomar acciones para hacer frente a los desafíos que presenta la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías, es fundamental considerar el diálogo social. Es decir, negociaciones y consultas entre los gobiernos, el sector productivo y trabajadores para tomar decisiones consensuadas sobre regulaciones y políticas públicas que respondan a la tecnología.  

El accionar público y privado debe estar presente para apoyar a los trabajadores ante el desafío de la transformación digital, especialmente de la implementación de la inteligencia artificial. El objetivo es que las personas estén preparadas para aprovechar las oportunidades que los avances tecnológicos traerán. 

Conclusión

La diferencia entre la IA y otras formas de desarrollo e invención tecnológica para el entorno laboral radica en que, dado que la inteligencia se proyecta sobre máquinas autónomas, se considera que estas pueden tomar decisiones por sí mismas y funcionar como herramientas de gestión, en virtud de su capacidad aparentemente superior para calcular y medir. 

Aunque muchos informes recientes sobre la IA intentan responder a las preguntas ¿Qué puede hacerse con la IA? o ¿Cómo puede aplicarse la IA de forma ética?, el problema es mucho más complejo. En el momento en que las decisiones inteligentes en el espacio laboral empiezan a basarse en los cálculos de una máquina, surgen un sinfín de problemas que han de incluirse en cualquier debate sobre la “ética” en la aplicación y el uso de la IA.

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